Vuelvo cada noche al
laberinto de los sueños y recorro su hábitat más insólito, en un rincón me
encuentro a Antonio García Maldonado, me da las gracias y le tiendo la mano; me habla de la gestión
para traer 1,5 millones de euros. Va envuelto en un gran paño de oro y en la
cabeza un gorro guerrero también de oro, como si fuera un emperador del mundo
de los durmientes. Me inclino y me quedo con su mano grande que vuelve como
empuñadura. Viernes, terminando las clases,
la radio anuncia que han tocado 1,5 millones de euros a un afortunado en
Orgiva, al jugar a algunos de esos sorteos que a veces toca a algunos
afortunados. Me quedo perplejo…