viernes, 22 de agosto de 2025

"Dios con mayúscula es otra cosa"

 

Tendría cuatro o cinco años cuando mi madre me llevó en la plaza Morales que ahora se llama Plaza de Gloria Alta, a una escuela de las de antes, de un solo maestro y sus ayudantes que eran alumnas más avanzadas, dirigida por una maestra muy respetada en el barrio Doña Matilde Fuentes. En mi primer día la ayudantas me enseñaban con repetición reiterada las primeras vocales, en mi interior me preguntaba que hacía allí, más tarde entendería lo importante de estos primeros pasos.

En tercero de bachiller después de aprobar el curso mi madre me llevó a la Academia de Don Pedro para aprender algo de Mecanografía en una de aquellas enormes máquinas; así como el Sistema de Ecuaciones  con el gran maestro Paco Correa en una clase llena de féminas, puedo decir que aprendí más de lo que podía pensar.

En el curso de primero de Química en la Facultad de Ciencias me tope con el gran obstáculo del catedrático de Física que afirmaba en cada examen trimestral que me copiaba de los problemas que ponía, sacándome al estrado en una abarrotada clase sin darme opciones para aclarar la cuestión; también me daba Geología que la fui aprobando durante todo el curso con nota y que con la excusa de que me faltaba algo en el Cuaderno de Prácticas me suspendió tanto en junio como en septiembre, estaba sentenciado.

Nunca entendía que me estuviese pasando esto, sin encontrar otra opción que volver a repetir y ante la disyuntiva de volver a caer con el mismo profesor opte por cambiar a Magisterio rama de Química; después de muchos años dándole vuelta a semejante jugada, llegué a la conclusión de que indirectamente me hizo un gran favor porque fui muy feliz en mi desarrollo profesional, por supuesto que al curso siguiente saqué muy buenas notas tanto en Física como en Geología que me gustaban bastante las asignaturas. Ese mismo año el catedrático de Matemáticas, Sr. Ocón, en primero me ocurrió la misma historia, vuelta a salir al estrado con la excusa de que me había copiado si darme la opción de saber de quién; al final de curso fui uno de los pocos que aprobaron en junio de los cuarenta y tanto alumnos, a pesar de ponerme algo más de cero en los exámenes trimestrales.

La respuesta la encontré en el aprendizaje de la resolución de ecuaciones en las clases de Paco, esos sistemas son la base para todo tipo de resolución de problemas avanzados matemáticos, físicos o químicos; con una base datada de contenido de formulas se pueden resolver cualquier cuestión, mi profesor de facultad no tenía ni idea.

Durante mi etapa profesional me interesó muchísimo la matemática, el Universo fue creado por un "dios matemático", lo digo con minúscula por las imperfecciones que encontramos los humanos en el desarrollo matemático y los distintos números especiales que utilizamos para acércanos a la verdad; Dios con mayúscula es otra cosa.