La esperanza puesta en el plástico desgajado

 

Ha pasado varios días, semana, dos meses; angustia, desesperación, que parece la madre en la colonia de la finca. Me preparo para renovar el carné de conducir, abril, cinco de la tarde; en el cuarto de baño siento como un salto en la pila donde me estoy afeitando, es como una luz blanca que se dispara hacia la ventana donde está la persiana que se vuelve hacía fuera como empujada por un torbellino, aparece la palabra “GRACIAS” y esa luz sale disparada hacía arriba a la derecha. Emocionalmente siento como si fuera una partida una despedida y las lágrimas empiezan a brotar.

A la mañana siguiente mi hermano me llama para ir a la finca, una vez allí exploramos el terreno y no la encontramos; de día la mayoría de los gatos están durmiendo y solo se despiertan para comer; después hubo algunas visitas sin resultado. “Que fácil dejarlo y que difícil volver” es la retahíla de la canción de Phil Collins. Vuelvo  al cielo donde cubre un paisaje de ensueño, el  mar, la montaña, los verdes campos; busco a distintas horas con la esperanza puesta en el plástico desgajado hacía la tierra.

 

Motril, día 5 de septiembre de 2023

Un ser muy especial

 

No se puede quedar en casa ya que se puede repetir el suceso y  sería imprevisible lo que podía ocurrir, el calvario para la vacuna, las asociaciones de animales no se pueden hacer cargo; dormirla eso nunca…A la mañana siguiente mi hermano Jesús viene a visitarme, le planteo la situación y me ofrece llevarla al cortijo del sobrino de Juani; una finca de aguacate con una pequeña colonia de gatos que evitan que el fruto lo piquen otro animales, acepto porque así tendré la oportunidad de verla.

Me parece muy raro todos estos acontecimientos en cascada que me crean una gran incertidumbre, la situación se me hace muy angustiosa y las lágrimas se vuelven llanto cuando llegamos a la finca; mi lógica es que esto es lo más adecuado, en mi corazón no hay cabida para tanto razonamiento; a veces pienso que este puede ser el destino de Liby que se precipita una acción detrás de otra, ella es toda una reina, un ser muy especial.

 

Motril, día 4 de septiembre de 2023

“Todo saldrá bien”

 

Cuando llegaba Manu de Granada con la perrita Jade, ella le bufaba, cosa que a mí me extraño pues habían convivido juntos más de un año; siempre a Jade se le enfrentaba mostrándole que no era bien recibida. Menos mal que Jade no se atrevió nunca a responderle.

Manu en un despiste se olvido de Jade en Playa Granada, pasamos malos momentos por las consecuencias que tuvo esa circunstancia llena de incertidumbre; ella volvió por la Rambla de las Brujas siendo atacada por otros perros y atropellada por algún vehículo. Manu volvió por donde había venido y la encontró destrozada. Menos mal que ella se recuperó, pasamos unos momentos muy difíciles emocionalmente.

A Missi se le enredó una uña en los pliegues del sofá y maulló al ver que no podía liberarse, Cristina fue a ayudarle y Liby se lanzó sobre su espalda arañándole y mordiéndola, porque creía que le estaba haciendo daño. Una tarde estaba en la cocina con las dos gatitas, se fue la luz y le pisé el rabo a Missi que inmediatamente dio un gran maullido, Liby me arañó y mordió en la pierna izquierda que fue la responsable.

Pero el día de los enamorados fue algo siniestro, estábamos muy alterados todos por el ruido en la calle y en la casa, ya que de los operarios de Aguas y Servicios  no daban con la clave del corte de agua de algunos vecinos, caso que duró varios días. Esa mañana Liby dormía al borde de mi cama, como me pasaba algunas veces estornudé con gran fuerza, algo que no puedo evitar; y fui atacado brutalmente por ella, tres veces, mordiéndome y arañándome en el brazo izquierdo y en las piernas. Fue algo que nunca esperaba después de más de seis años con ella, donde me regaló momentos extraordinarios que los llevaré siempre en mi corazón.

Motril, día tres de septiembre de 2023

Un torbellino de gracia y felicidad

 

Apareció en nuestras vidas como un torbellino de gracia y felicidad, llegó empezando a imponer su fuerte carácter en la rutina de nuestra casa; intentaba ser la preferida de mamá, sabía que ella era la reina de la casa y quería por todos los medios estar cerca. Había estado un año con Manu, él quería tener un perro y las circunstancias propiciaron que la aceptáramos para hacerle compañía a Missi, una gatita adoptada que fue elegida por mamá. Muy pronto ejerció un control sobre todo lo que se moviera en su espacio que ya era suyo, empezaba a ejercer como todo lo que era, una verdadera reina.

Venía a mi mesita de noche para indicarme que era la hora de levantarme y prepararme para ir al trabajo, bajaba las escaleras conmigo para llegar a la cocina y prepararme para el desayuno; encontraba motivos para iniciar el juego. Me acompañaba hasta la puerta del sótano para despedirme sin pasar a la cochera aunque dejara la puerta abierta; de vuelta se acostumbró a descansar entre mis piernas en los momentos de reposo ante la televisión.